martes, 14 de septiembre de 2010

La eterna "Niña bonita"


Esta venezolana comenzó a ganarse el corazón de sus seguidores desde hace 25 años, con su participación en el máximo certamen de belleza del país portando la banda de Miss Anzoátegui, desde entonces, ha cosechado una vasta carrera en la pantalla chica, en la grande y también en el mundo de los negocios, que le permiten tener actualmente una madurez, seguridad y éxito que la hacen una de las más asertivas artistas venezolanas en el extranjero.

Sencilla, honesta y siempre sonriente, Ruddy Rosario Rodríguez de Lucía, es sin duda una de las actrices

más versátiles y de mayor proyección internacional, que por su belleza, talento y espontaneidad ha sabido dejar en alto a las mujeres venezolanas.

Algunos dicen que es la sensualidad hecha mujer, pero para otros, sigue siendo la “Niña Bonita” que enamoró al país entero en la telenovela que la catapultó al estrellato en 1988. A partir de allí, con esfuerzo y dedicación, Ruddy ha logrado tener una carrera llena de logros y reconocimientos que le ha permitido mantenerse en el tope de la fama, abarcando todos los ámbitos artísticos, desde la televisión, el teatro, el canto, la publicidad hasta el cine, sin contar sus actividades como empresaria y dueña de su propia línea de cosméticos. Pero además, esta incansable fémina vive entregada a las causas sociales… Todo esto forma parte de las facetas de esta mujer exitosa.

La trayectoria artística de Ruddy Rodríguez es casi interminable: Ha protagonizado más de una decena de telenovelas, se ha movido a sus anchas en las tablas teatrales, ha experimentado la magia del séptimo arte y también ha sido productora y empresaria; sin olvidar que fue la primera chica Bond latina en el film del agente 007 The Living Daylightsen 1987. No obstante, en su apretada agenda saca tiempo para su crecimiento espiritual, pues es seguidora de la Iglesia de la Cienciología, la cual consiste en una serie de sencillos consejos éticos que te ayudan a vivir mejor desde el momento en que empiezas a aplicarlos. A Ruddy esta filosofía de vida le ha ayudado a resolver de manera más eficaz los inconvenientes a los que ha tenido que enfrentarse.

Su corazón tiene dueño

Es sabido por todos que la vida amorosa de los artistas suele ser complicada por su falta de tiempo, los múltiples compromisos que asumen, e incluso, los rumores que se desatan en este medio. Sin embargo, esto no impidió que Ruddy Rodríguez encontrara su media naranja: el

colombiano Juan Rafael Restrepo, quien una tarde en la Plaza de Toros “La Santamaría” de Bogotá y delante de cinco mil personas, le dio un anillo de compromiso.

Para Ruddy, ese fue uno de los momentos más hermosos y emotivos que ha vivido, pues según ella el romanticismo

mueve cualquier cosa: “En total, es lo que me diferencia de estar viva o

muerta”.

Su relación sentimental con este caballero es estable, ambos se

complementan muy bien y aunque es poco el tiempo que pueden compartir por sus múltiples actividades, la calidad es lo que prima entre ellos.

El secreto de su triunfo y su belleza

Para esta escultural artista de 1,77 metros, una de sus claves de triunfo es trabajar ayudando y dejándose ayudar. Por ello es apasionada a las labores sociales, pues asegura que "Todos queremos que disminuya la pobreza, el maltrato infantil, las condiciones infrahumanas que tienen los niños y adultos", pero para ello es necesario actuar.

A lo anterior, Ruddy le suma el estar bien espiritualmente, disfrutar de la vida y no hacerle daño a nadie. No cree en la suerte, pues asegura que ésta depende de cada quien: “No dejo nada a la suerte, yo hago mi propio camino, yo hago mi propio destino”.

En cuanto a sus secretos de belleza, la “Niña Bonita” afirma que ésta viene del alma, por ello considera importante alimentar el espíritu con pensamientos positivos y bondad, de esta forma, el ser humano bonito que llevas por dentro sale y florece.

De igual forma, cuida su cuerpo por dentro y por fuera, aunque asegura que no se priva de comer nada, sólo que lo hace con moderación; a lo que le suma el ejercicio continuo con su entrenador personal: “Porque así como mi cuerpo ha sido muy bondadoso conmigo, ahora yo tengo que ser buena con él y ayudarlo a estar en forma”.


Trabajadora, tranquila, sencilla, honesta, filantrópica, risueña, carismática y alegre son algunos de los adjetivos que adornan la personalidad de esta mujer, que a pesar de haber dejado su país hace años para apostar en grande por su carrera, sigue estando de corazón en tierras venezolanas, pues asegura que jamás olvida sus raíces y la tierra que la vio nacer, crecer y triunfar. En definitiva, Ruddy Rodríguez es en Venezuela y en todo el mundo, una estrella que brilla con luz propia.

/PortadaPlus

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